Un nuevo estudio de la Comisión Europea, titulado SEP Monitor, confirma que un 37% de las startups que acaparan la financiación europea son británicas. La firma vasca Ticketbis y la catalana Social Point, destacan en el informe por sus operaciones de venta a compañías estadounidenses
El documento confirma el absoluto liderazgo de Reino Unido. Esto aumenta la preocupación del impacto potencial del Brexit en este ecosistema. Las razones para esa gran brecha entre los británicos y los demás se explican por sí solas analizando la inversión gubernamental en la nueva economía. La inversión de Reino Unido en el sector de las TIC sobre el PIB es casi seis veces superior a la de los países del sur de Europa (0,71% frente al 0,12%).
El estudio toma como referencia la escalabilidad de los proyectos (scaleup). Estos son startups que ya han alcanzado una cierta fase de maduración, medida por su capacidad de levantar al menos un millón de dólares de capital (en torno a 887.000 euros). De esas hay unas 4.200 en Europa, con datos a diciembre de 2016. Pero si se descuentan los efectos del brexit, según estima este estudio, la cifra caerá hasta las 2.540. La inversión lograda sigue el mismo camino: pasa de los 48.830 millones a los 31.428 millones de euros.
La situación en el Estado
España ocupa el quinto lugar en el top 20 de los ecosistemas europeos. Más de 2.000 millones de euros de inversión lograda a repartir entre 207 empresas. Crece también en volumen, logrando en 2016 una subida del 20% en su financiación y en la cantidad de startups maduras. Se trata de una cifra de auge idéntica a la que vive Francia y superior a la de Alemania o Reino Unido, ecosistemas más maduros en su escena tecnológica.
Entre la estadística de España y la de Reino Unido, media un abismo. La inversión de España es 10 veces menos, y el número de empresas, siete veces más pequeño. Es decir, que no solo hay muchas más startups maduras en Gran Bretaña que en España, sino que estas, de media, recaudan más dinero.
Si se compara el número de scaleups frente al capital invertido y la demografía, España queda en muy mal lugar. Este parámetro es clave, en tanto que permite saber cómo está funcionando el ecosistema comparando el tamaño del país con la cantidad de compañías y la inversión que estas consiguen. Los datos del informe son contundentes: España se sitúa en la parte más baja de la tabla, solo por encima de países como Polonia, Italia o Austria.
Especialización por países
El informe de la Comisión destaca que los dos sectores más pujantes para las startups europeas son el ecommerce, las fintech y los videojuegos. Pero la distribución por sectores no es homogénea. Las aplicaciones de ecommerce son de Reino Unido, donde suponen el 22% del ecosistema. Europa central está especializada en fintech. El norte, en videojuegos. Y el sur, donde se incluye España, en moda, aunque nuestro país se salga de la tendencia, pues ninguna de sus seis compañías top se dedican a este sector.
Ejemplos de éxito
El Estado español tiene a seis líderes de la manada entre sus startups, aquellas compañías capaces de levantar más de 100 millones de dólares de inversión. Se trata de Edreams Odigeo, Privalia, Letgo, Cabify, Alien Vault y Scytl. En este número de scalers también se encuentra en quinta posición, solo por detrás de Suecia (7), Francia (11), Alemania (15) y Reino Unido (29). En la aceleración de su ecosistema, uno de los parámetros clave a futuro, España se encuentra en la mitad de la tabla, con un 20% de crecimiento en el último año. Es el país vecino, Portugal, quien más está explotando en este momento en todo el panorama startup europeo, con un enorme crecimiento de un 40% solo en el último año.
Independientemente del país, el informe es claro en un diagnóstico. Hay pocos éxitos —la venta o salida a Bolsa— de estas startups maduras. Y en el caso de las más exitosas, Estados Unidos toma la delantera para adquirirlas. Ha pasado en el Estado español con las dos mayores exit de su historia: La firma vasca Ticketbis por unos 150 millones de euros, adquirida por una filial de Ebay; y la catalana Social Point, vendida a la estadounidense Take Two por 250 millones de euros.
El estudio es tajante en sus conclusiones. Solo un 2% de las startups europeas salen a Bolsa. Y de las de mayor envergadura, casi la mitad (el 45%) deciden hacerlo en Estados Unidos porque el capital atraído multiplica por seis al del viejo continente. “Las IPOs —salida a bolsa por primera vez de una compañía privada—, más allá de dar capital para crecer, ofrecen una oportunidad de exit a los fondos de capital riesgo. Sin estas exit, el motor del capital riesgo se juega su naufragio”. Y más en una Europa sin Reino Unido.
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