Una jornada del Grupo SPRI evidencia el desarrollo de esta nueva tecnología de la industria 4.0
“2016 fue el año del descubrimiento para la realidad aumentada y las fases piloto se están desarrollando este año”, destaca Diego Sagasti, responsable de Realidad Aumentada de Tecnalia
La realidad aumentada es la tecnología que añade información virtual al mundo real y se consolida definitivamente en la industria. “2016 fue el año del descubrimiento para la realidad aumentada y las fases piloto se están desarrollando este año”, ha asegurado Diego Sagasti, responsable de Realidad Aumentada de Tecnalia, en una jornada organizada por el Grupo SPRI (la agencia vasca de desarrollo empresarial dependiente del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras) en el Polo de Innovación Garaia de Mondragon. La jornada se inscribe dentro las Jornadas Temáticas “Basque Industry 4.0” que, desde el servicio del Grupo SPRI “Enpresa Digitala” se llevan a cabo a lo largo del año en relación a la estrategia del mismo nombre. Estas jornadas son una continuidad del evento principal sobre la industria 4.0 que se celebra anualmente en otoño, el Basque Industry 4.0, que busca ser un foro para el intercambio sobre el nuevo paradigma que plantea la Industria 4.0 en Euskadi y una plataforma para analizar sus perspectivas de futuro.
Sagasti ha explicado las diferencias entre la realidad aumentada, que añade información virtual, de la mixta, que “es una realidad aumentada que tiene en cuenta el contexto. Es una vuelta de tuerca. Crea nuevos espacios en los que los objetos físicos pueden interactuar en el entorno virtual”. El responsable de Tecnalia ha señalado que la realidad aumentada “no son efectos especiales, tiene que interactuar con lo que nosotros hagamos y no son fakes, videos falsos”.
Esta tecnología ya se utiliza en variedad de sectores, desde juegos, educación, medicina, espacio y bomberos hasta el patrimonio, televisión, deportes, publicidad, industria o la aviación. “Hemos recreado cómo era la almendra medieval de Vitoria”, ha comentado Sagasti. O muestra todos los pasos que deben darse para el cambio de aceite en un coche y un edificio histórico que nos “habla” de que su rosetón es del siglo XV.
El experto de Tecnalia cree que en cinco años se utilizará masivamente para la industria “pero lo primordial es anticiparse”. En 2017 va a haber cada vez más dispositivos y más sencillos. En la industria el uso se centra en mantenimiento y como manual. Para 2022 varios informes señalan que el mercado de la realidad aumentada moverá casi 80.000 millones de euros. “2016 fue el año del descubrimiento para la realidad aumentada y las fases piloto se están desarrollando este año”, ha indicado.
En el sector industrial, se aplica principalmente en teleasistencia, manual y control. Sagasti ha explicado el ejemplo de teleasistencia en la empresa Thyssenkrupp en sus ascensores, donde un experto ofrece explicaciones al operario para reparar un fallo paso por paso. O el caso del fallo en una máquina de una fábrica y el operario (a través de las gafas de realidad virtual) se desplaza a lo largo de la factoría hasta llegar a la máquina que no funciona. En el trayecto, el trabajador ya va recibiendo información del problema y, al llegar, sabe lo que tiene que tiene que hacer y cómo solucionarlo. “Lo que se hace se aprende, mucho antes que leyendo”. Un ilustrador ejemplo de industria 4.0.
Ha comentado el caso de una empresa de envases de Llodio donde había problemas por la noche con una línea de producción, ya que no estaba el experto capaz de solucionarlos. Con la realidad aumentada, sobre las pantallas, se indica al operario lo que tiene que hacer, aunque carezca casi de conocimientos, lo que solucionó el inconveniente. Una muestra de que no es necesario disponer in situ del experto que gestiona las líneas. Otro ejemplo expuesto ha sido el de la empresa de fundición Estanda, para la limpieza de piezas. Se aplicó un sistema de visión artificial y realidad aumentada para definir con exactitud dónde se debían hacer las tareas de limpieza.
Sagasti ha revelado que ya hay empresas como Magic Leap que actualmente realizan inversiones en esta tecnología por valor de entre 6.000 y 8.000 millones de euros.
Además de la industria, el conferenciante ha expuesto variados ejemplos de aplicaciones. En la construcción, sirve para recrear el acabado final de una obra cuando se empieza a ejecutar y prevenir así los fallos; en sanidad, para ver los órganos en una operación quirúrgica; o para el servicio de bomberos, aportando información al profesional sobe vías de escape, localización de heridos o lugares a donde no se debe entrar.
También se han mostrado casos, en el sector publicitario, que permiten a un niño, con la caja cerrada de un lego en una tienda, ver cómo queda totalmente montado; un vehículo particular que recibe información, sobre el cristal delantero, de la velocidad a la que circula, la distancia al coche que va delante y del peligro de colisión o ver la información bursátil en 3D. Sagasti ha aseverado que los retos para el futuro son el menor tamaño de los dispositivos, menor precio y una mejor autonomía, ya que ahora que no llegan a las cuatro horas.
“La realidad aumentada ahorra tiempo y dinero, añade seguridad a los procesos y las grandes empresas están apostando por ello”, ha concluido.