El consumo de bienes y servicios avanza hacia experiencias personalizadas.
La conectividad desde cualquier lugar, el uso de redes sociales y el acceso a mucha más información nos han convertido en consumidores exigentes. Repartimos nuestros hábitos de compra a través de múltiples canales, digitales y físicos, esperamos respuestas inmediatas y compartimos nuestras experiencias con nuestro entorno social. Innobasque, en colaboración con Bilbao Ekintza, organizó el 28 de febrero el encuentro Innovación en consumo, una jornada dirigida a explorar las tendencias de futuro ligadas a este escenario.
En este ecosistema cobran importancia las tecnologías digitales, puesto que las redes sociales se han convertido en herramienta imprescindible para atraer y fidelizar clientes. Pero también se están extendiendo otras tendencias ligadas a la creciente preocupación por la salud y el respeto al medio ambiente, y a la transformación del acto de consumir en una experiencia.
Pilar Zorrilla, profesora de marketing de la UPV/EHU, habló de los retos del comercio local relacionados con este escenario. Actualmente, podemos comprar desde cualquier lugar, así que las tiendas físicas deben ofrecer valores diferenciadores para atraer clientes. La profesora puso ejemplos de establecimientos que están probando modelos híbridos, como tiendas de moda que a la vez son galerías de arte, o establecimientos que generan comunidad en torno a una afición común.
Cosme Carral, responsable de KPMG en Euskadi, habló de las prioridades para las empresas de consumo de cara al año que viene. Entre ellas, destacan la fidelización del cliente, la atracción y retención de talento dentro de las plantillas y la creación de confianza entre consumidores, proveedores y socios. Las empresas, además, deben integrar de forma total la transformación digital situando al cliente en el centro.
En cuanto a la alimentación, la responsable del Observatorio de Tendencias e Innovación de AZTI, Sonia Riesco, explicó las tendencias de consumo que están transformando el sector. La ciudadanía está más concienciada en relación al cuidado de su salud y también del medio ambiente. Esto significa que reclama alimentos naturales y de cercanía, pero a la vez productos que se adapten a sus necesidades personales de salud. La alimentación debe adaptarse al ritmo de vida urbano, pero sin olvidar la comida como fuente de placer y entretenimiento.
En el encuentro participaron también responsables de Iberdrola, Bizkaia Open Future de Telefónica, IMQ, Eroski y Hermeneus World, compartiendo desde sus ámbitos de acción los principales retos que presenta el futuro del consumo. En todos los casos, las tecnologías digitales se enfocaron como oportunidad para generar nuevas experiencias de usuario, crear comunidades en torno a la marca y llegar a más consumidores sin necesidad de grandes inversiones.