Javier Diéguez, durante su intervención en el congreso Basque Industry 4.0
El director del Basque Cybersecurity Centre (BSCH), Javier Diéguez, apuesta por un trabajo conjunto para frenar los ataques informáticos
“No estamos para competir con las empresas sino para colaborar. No vamos a ofrecer servicios que supongan merma negocio de las empresas”, señala
“Se ha terminado el concepto del hacker que lo hacía por gusto. El objetivo del ataque es lucrativo o de influencia, se acabó el romanticismo”
El director del Basque Cybersecurity Centre (BSCH), Javier Diéguez, ha asegurado, durante la celebración este miércoles del congreso Basque Industry 4.0 en el Kursaal de San Sebastián, que Euskadi debe trabajar para que los mercados “nos vean como una marca ligada a la ciberseguridad”.
Diéguez ha sido el encargado de cerrar el evento, que ha reunido a más de 2.400 personas. En su intervención, ha insistido en que el BSCH nace tanto para ofrecer más seguridad a las empresas como dinamizar la economía. “No estamos para competir con las empresas sino para colaborar. No vamos a ofrecer servicios que supongan merma negocio de las empresas. El gran reto es alinear los esfuerzos y objetivos en la ciberseguridad”.
Ha resaltado que la información es un elemento clave en la sociedad actual y debe ser protegida. “Es una evidencia que los dispositivos, las empresas, los gobiernos cada vez están más conectados. Se están electronificando todos los elementos de la seguridad física. Ha cambiado la manera de consumir la tecnología: todo está en la nube. La información pasa a ser el elemento central y tenemos que protegerla”.
Los ataques informáticos han pasado de ser un riesgo a convertirse en amenazas, ha afirmado Diéguez. “Se ha terminado el concepto del hacker que lo hacía por gusto. Ahora es profesional, por activismo, crimen organizado o geopolítica. En estos dos casos son organizaciones muy preparadas y muy financiadas. El objetivo del ataque es lucrativo o de influencia, se acabó el romanticismo”.
La protección de información es necesaria, ha señalado, no solo para la privacidad de datos personales sino para preservar los planes estratégicos de las empresas. “Y también para la prevención de fallos en las plantas, para que las alertas sean fiables y para actuar lo antes posible”.
Diéguez ha sostenido que la orientación de la ciberseguridad al cumplimiento de la ley es “un enfoque de mínimos. Tengo que hacerlo para seguir en el mercado”. Ha considerado clave la reducción del tiempo de detección de los ataques cibernéticos. “Es una labor muy difícil porque los atacantes están muy avanzados. Se trata de estar preparado para cuando pase. Lo que hoy consideramos seguro mañana va a ser vulnerable”.
La estrategia de la ciberseguridad, ha insistido, debe ser internacional, “porque es internet es global y debemos compartir información” y ha apostado por trabajar igualmente en el enfoque comercial. “Que los mercados vean a Euskadi como una marca ligada a la ciberseguridad”.