En las organizaciones se diferencian tres niveles para el ejercicio de la participación: en gestión, en los resultados o en la propiedad. En la práctica, las distintas formas de participación están íntimamente relacionadas, muchas veces la evolución de una de ellas lleva a la práctica de otra. Por ejemplo, la participación en la gestión muchas veces lleva a la participación en los resultados, de igual manera, la evolución natural de la participación en los resultados es la participación en la propiedad.