200 niñas de Primaria han participado en el proyecto Inspira.
La iniciativa Inspira utiliza un enfoque innovador para despertar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las chicas y romper estereotipos ligados al género. Un equipo de mentoras formado por tecnólogas es el encargado de mostrar a las niñas las amplias posibilidades que supone estudiar y trabajar en profesiones ligadas a las STEAM –Ciencia, Tecnología, Ingenierías, Arte y Matemáticas-, mediante sesiones de mentoring grupal.
El programa está impulsado por el grupo de investigación Learning de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto y Elhuyar Fundazioa. “Utilizamos sesiones de mentoring porque creemos que es lo que las chicas necesitan, alguien a quien vean como un referente que les haga reflexionar, discutir y sacar a la luz sus dudas, pasándoselo bien a la vez”, explica Mª Luz Guenaga, responsable de Deusto Learning.
El proceso se basa en un equipo de mujeres profesionales del mundo de la ciencia y las tecnologías, que participan de manera voluntaria. Tras una formación previa sobre cuestiones ligadas al género y la tecnología y sobre dinámicas de mentoring, las mentoras realizan seis sesiones en grupo con niñas de 6º de Primaria en sus centros educativos. Inspira arrancó el año pasado con un primer piloto donde participaron 200 niñas de 11 centros escolares vascos.
“La valoración es muy positiva, las chicas se sienten capaces de elegir lo que quieren ser, no identifican las STEAM como algo tan desconocido y ven que los estereotipos que les llegan sobre estas profesiones no se corresponden con la realidad”, explica la ingeniera informática Mª Luz Guenaga, “y las mentoras nos han transmitido que ha sido una experiencia vital muy gratificante, se sienten orgullosas de dar a conocer su profesión y sienten la importancia de visibilizarla”.
Tras el primer piloto, ahora está arrancando la segunda edición de Inspira, y el plazo para las mentoras y los centros educativos que quieran participar está abierto hasta el 7 de abril. En mayo se realizará la formación a las profesionales voluntarias, y las sesiones con las alumnas empezarán en el último trimestre del año. El proyecto cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia y la colaboración de Innobasque y FECYT.