El estudio Mujeres con Impacto analiza sus motivaciones y obstáculos.
Tanto a nivel estatal como europeo, son más las mujeres que lideran proyectos de emprendimiento social que empresas convencionales. Una de las razones principales es que en el ámbito de la empresa social encuentran modelos de liderazgo y gestión más diversos que se ajustan en mayor medida a sus objetivos. Esta es una de las primeras conclusiones del estudio Mujeres con Impacto, un informe elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, que analiza el perfil, motivaciones y barreras del emprendimiento en femenino a nivel estatal.
Como es lógico, el principal motor que lleva a las mujeres a liderar un proyecto empresarial de este tipo es la voluntad por dar respuesta a una problemática social, aunque no es el único. Tal y como recoge el estudio, gestionar una empresa de acuerdo a los propios valores, poner en práctica formas de liderazgo más participativas o colectivas –frente a lo que se entiende como modelos de empresa tradicional- y acceder a nuevas oportunidades profesionales son también motivos de peso para lanzarse a crear este tipo de proyectos.
El perfil de las mujeres emprendedoras sociales es un poco mayor y con más nivel educativo frente a las emprendedoras generales, y responde a mujeres de unos 40 años, con pareja e hijos y que contribuyen con el 50% o más al presupuesto familiar. Las barreras principales que detectan están más relacionadas con la creación de una empresa social, independientemente del género, aunque también afirman tener más dificultades para encontrar financiación externa. En este sentido, casi la mitad de ellas ha financiado con recursos propios más del 75% de la inversión necesaria.
Tal y como resalta el estudio, aún son escasas las iniciativas dirigidas a promover y visibilizar el emprendimiento social protagonizado por mujeres, aunque sí existen programas de apoyo a través de formación y acompañamiento, especialmente en Cataluña, Madrid y Euskadi. El Instituto de Innovación Social de ESADE analiza varios programas que trabajan en esta línea a nivel estatal, y entre ellos se recoge la iniciativa JuntasEmprendemos, impulsada en Aragón, Cataluña, Madrid y País Vasco. Este programa ofrece formación y acompañamiento a mujeres con el objetivo de activar sus capacidades, poniendo especial acento en modelos de emprendimiento social y colectivo.
Por último, entre las recomendaciones más destacadas incluyen una mayor visibilidad y reconocimiento a las mujeres emprendedoras sociales como vía para promoverlo, pero también acompañamiento y apoyo adaptado a sus necesidades. En este sentido, las emprendedoras resaltan la necesidad de cambiar conceptos preconcebidos ligados al emprendimiento, dando cabida a formas de liderazgo diversas y a una idea de éxito que no esté vinculada a lo estrictamente económico.