Tomás Iriondo, director general del Clúster Gaia, apuesta por alianzas para ofrecer propuestas integradas que faciliten los procesos de modernización tecnológica de las pymes
La estrategia Basque Industry 4.0, impulsada por el Gobierno Vasco, cuenta con importantes asesores; representantes de entidades públicas y privadas, conocedores de las capacidades del sector productivo vasco y de las diferentes innovaciones tecnológicas que se están implementando para dar forma al concepto denominado Industria 4.0 o Fabricación Avanzada. Todos ellos forman parte del denominado Grupo de Pilotaje, que se encarga de estudiar y valorar las necesidades y estrategias a seguir en lo que se refiere a la innovación tecnológica aplicada a las empresas vascas. Una de las entidades que forma parte de este comité es el Clúster Gaia, la Asociación de Industrias de las Tecnologías Electrónicas y de la Información del País Vasco que integra a más de 200 compañías. La importancia de GAIA en este camino hacia la modernización industrial es fundamental ya que en las empresas que la componen reside una gran parte del conocimiento que se aplicará para lograr esta transformación.
Recientemente, el clúster daba a conocer su Plan Estratégico 2017-2020. Entre sus pilares figura la denominada Estrategia de Especialización Inteligente dirigida a sectores como la Fabricación Avanzada, la Energía, la Salud y el Territorio. Conceptos como ‘big data’, realidad aumentada y virtual, la gamificación, Internet de las cosas, interfaces avanzadas, ciberseguridad o ‘cloud computing’ se han convertido en tendencias que pueden aportar un crecimiento relevante a las empresas. Las líneas maestras de esta Estrategia 2017-202 residen en la Industria Inteligente (Smart Industry), Smart Territory (la transformación digital de las administraciones y servicios públicos) y Smart Society (transformación digital de la economía y de las relaciones entre personas). Los datos son bastante nítidos en este sentido: GAIA prevé un crecimiento de la facturación de sus empresas del 30 por ciento en los próximos 4 años. En cifras, la cantidad prevista sería de unos 1.000 millones de euros. De ellos, entre 500 y 600 millones de euros estarían relacionados con la denominada Industria 4.0.
Tomás Iriondo es el director general y coordinador del Clúster Gaia. Desgrana una a una las diferentes tecnologías habilitadoras que dan forma a la Industria 4.0: desde Internet de las cosas, pasando por la robótica colaborativa o la fabricación aditiva; pero mira de manera especial al ‘big data’ como una herramienta que será fundamental para el crecimiento de las empresas en la medida en que les permitirá mejorar los procesos de producción y prever las tendencias de los mercados.
Iriondo reconoce que las compañías que componen Gaia tienen un doble perfil ya que, por una parte, van a necesitar evolucionar tecnológicamente y, por otro lado, su conocimiento les va a permitir realizar el tránsito hacia la Industria 4.0 y ayudar a otras a conseguirlo. “Tenemos que estar al tanto de todo lo que va a ser la evolución tecnológica y las nuevas formas de interpretar la Industria 4.0, más conectada e interrelacionada, en la que la relación entre clientes y proveedores va a ser más inclusiva y tecnificada. Hay que apostar por ser eficaces e inteligentes en aplicar estas nuevas tecnologías. Por otra parte, somos oferta tecnológica, tenemos que ser activos en analizar bien lo que el mercado demanda, en alinear lo que se necesita y estructurar alianzas para ofrecer lo que los clientes requieran”, explica el director de Gaia.
Oferta integral
Para conseguir esto, evolucionar y compartir, la estrategia del clúster va a girar en torno a tres ejes en los próximos años. “Debemos reforzar la oferta actual. Hacerla más competitiva mediante la aplicación de tecnología y modelos de referencia 4.0. En segundo lugar, tenemos que ser capaces de proyectar una oferta integrada, para llegar al mercado con mayor valor añadido. El tercer paso consistirá en funcionar como una ‘fabrica encendida’. Tenemos que ser capaces de poder satisfacer cualquier demanda internacional. Canalizar las necesidades que el mercado global puede proyectar. Ahí es donde vemos un gran potencial para la industria 4.0”, destaca el responsable de Gaia.
En este sentido, parte de la estrategia de Gaia está dirigida a crear sinergias entre las diferentes compañías que la forman para poder realizar ofertas integradas para que cualquier empresa, sea vasca o de cualquier parte del mundo, pueda dar el paso hacia la Fabricación Avanzada. “Esa es la responsabilidad de la alianza tecnológica y que tenemos que impulsar las empresas del clúster. Tenemos que ser capaces de ofrecer a las pymes modelos de servicios en los que sus responsables no se preocupen de indagar qué tecnologías necesitan o cómo ponerlas en marcha. Nuestra obligación será aportar soluciones y poner sobre la mesa ofertas integradas y testadas en las que el cliente no se tenga que ocupar de nada”, avanza Iriondo.
Pero hablar de Industria 4.0 a los responsables de empresas de diferentes sectores no siempre es sencillo. A pesar de que en Euskadi la estrategia Basque Industry 4.0 lleva en marcha más de tres años, todavía hay directivos que no terminan de comprender el concepto ni son capaces de establecer cuáles pueden ser los beneficios en su negocio. Tomás Iriondo considera: “Hace falta mucha más sensibilización y proactividad. En estos momentos, el 80 por ciento de la gente tiende a interpretar la cuarta revolución industrial como un reto para integrar tecnología. En mi opinión, crear máquinas y sensores y desarrollar tecnología no es suficiente. El verdadero reto está en entender cómo va a cambiar nuestra forma de aproximarnos a los mercados. En cómo vamos a posicionarnos en la industria conectada. En cómo vamos a transformar producto y acercarlo al mercado. Y esto se puede conseguir a través de la analítica de datos o ‘big data’. Ha aparecido una nueva materia prima que son los datos y en un futuro hablaremos de la información como ese recurso clave para nuestro modelo productivo. En la medida en que podamos medir e interpretar lo que está pasando en los productos que fabricamos y en la evolución de los mercados vamos a tener crecimientos significativos y lograremos posiciones importantes en los mercados”.
El análisis de datos requiere de estrategias claras y realistas. Los expertos consideran que antes de poner en marcha un sistema de ‘big data’ para un proceso industrial hay que estudiar la propia empresa, determinar qué queremos someter a análisis, ver si es posible implementar sistemas de monitorización de datos y crear interfaces sencillas para poder interpretarlos de forma correcta. “Podremos lograr el cambio en función de cómo recojamos los datos, los validemos, los protejamos, los analicemos y cómo los proyectemos y transformemos en información. Si un dato no es fiable, objetivo y contextualizable, la analítica va a ser poco valiosa”, destaca el Director General de Gaia.
Tecnología de videojuegos
Otro aspecto al que está prestando una especial atención el clúster es a las tecnologías de los videojuegos aplicadas a los procesos industriales a través de ‘serious games’ o la gamificación. “Las técnicas de gamificación permiten impartir una formación a los trabajadores en un formato nuevo más didáctico. Gracias al uso de tecnologías como la realidad virtual, realidad aumentada o realidad mixta, la utilización de asistentes o avatares, cualquier persona podrá formarse mejor y realizar labores mucho más competentes de lo que su experiencia le haya permitido llevar a cabo hasta el momento”, detalla Iriondo. En este contexto, Gaia junto a la asociación de empresas de videojuegos en Euskadi, BasqueGame, ha puesto en marcha en el Mercado del Ensanche de Bilbao el primer BasqueGame Lab, para mostrar los desarrollos de empresas vascas en este sentido. “Necesitamos que la gente conozca cómo funcionan estas tecnologías para mejorar sus procesos, servicios y productos, y, por otro lado, el BasqueGame Lab nos sirve para ordenar la propia oferta. Saber quién está aplicando esto con criterio”.
Euskadi ha dado su siguiente paso hacia la Fabricación Avanzada. Ya no se trata de mirar de reojo a lo que se hace en Alemania, Suecia o Estados Unidos. Las empresas, los clústeres, los centros tecnológicos, los centros de formación o incitativas como Basque Industry 4.0 se encaminan ya a ofrecer soluciones integradas a las empresas que demandan ayuda en sus procesos de modernización tecnológica. Y no solo aplicadas a compañías de nuestro entorno, sino que cada vez son más las firmas de ámbito internacional que apuestan por soluciones tecnológicas vascas, como se puedo comprobar en la pasada Hannover Messe. “Hay mimbres para estar satisfechos. Tenemos industria, tecnología y criterio para aplicarla. Tenemos todo lo necesario para construir propuestas de valor que sean referentes en el ámbito internacional. Aunque somos pequeños, las competencias de la industria vasca son lo suficientemente potentes como para ser líderes en esto”, concluye Tomás Iriondo.