Trends 2018 de Nesta explora las innovaciones más disruptivas en el futuro cercano
Las tecnologías están transformando la forma en que trabajamos, nos relacionamos, participamos en sociedad y cuidamos de nuestra salud, entre otros muchos aspectos. Las innovaciones más disruptivas están generando nuevos modelos de negocio, y sus implicaciones no solo son económicas, también sociales y políticas. La agencia de innovación británica Nesta ha seleccionado 10 tendencias tecnológicas con potencial para transformar nuestro día a día.
La inteligencia artificial es, sin lugar a dudas, la tendencia tecnológica que ha acaparado más atención durante el último año. Las implicaciones en el ámbito industrial son claras, pero tal y como destaca el especial 10 predictions for 2018, también traerá cambios importantes en el sector de la salud, en la toma de decisiones políticas y en la privacidad. Incluso, en el ámbito de lo creativo, mediante coproducciones entre máquinas y artistas. Aún así, también se vislumbran tendencias en otros ámbitos, como el avance hacia una Internet más verde, nuevos modelos de economía colaborativa horizontal o la regulación de los drones en la ciudad.
En el ámbito sanitario, la inteligencia artificial ofrece grandes avances como el diagnóstico temprano de enfermedades y la personalización de la salud. Las empresas tecnológicas están cada vez más interesadas en entrar en este campo, aunque para ello necesitan acceder a los datos personales de salud, una cuestión especialmente sensible. Según Nesta, puede que en 2018 veamos algún gigante tecnológico convertido en proveedor de salud.
Otra de las tendencias destacadas es la creciente capacidad de las máquinas para entender nuestras emociones. Las expresiones faciales, el tono de voz o el ritmo cardíaco ofrecen información emocional que en algunos casos ya puede ser analizada y conocer si una sonrisa es real, si la persona tiene altos niveles de estrés o si está mintiendo, por ejemplo. Esta tecnología tiene aplicaciones beneficiosas, como la detección de posibles problemas mentales, pero despierta también alarmas en la medida en que cruza una nueva frontera de la privacidad.
En el ámbito de la toma de decisiones políticas, es probable que en un futuro cercano se extiendan las tecnologías de simulación. Hasta ahora, se han utilizado como herramienta de formación o de preparación frente a emergencias, pero esta tecnología se podrá aplicar también a la toma de decisiones en contextos complejos. Por ejemplo, para practicar políticas y su impacto antes de llevarlas a cabo, para anticiparse a las implicaciones de una nueva ley o prepararse ante la llegada de una tecnología emergente.
Por otro lado, el especial de Nesta habla también sobre el futuro de la economía colaborativa. Esta tendencia ha hecho emerger un nuevo modelo de empresas, cambiando muchos aspectos de nuestra vida diaria, pero también ha despertado críticas relacionadas con los derechos laborales y el impacto en el entorno local. Haciendo uso de las mismas tecnologías distribuidas que permitieron este modelo, es posible que los propios trabajadores creen nuevas formas de organizarse, trasladando la idea de cooperativas al entorno digital. En diversos países ya están surgiendo iniciativas para crear redes entre trabajadores autónomos, como la plataforma Coworker en Estados Unidos, Faircrowd Work en Alemania o Indycube en el Reino Unido.