La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, en una visita a Singapur.
Este país es el mayor socio comercial de la Unión Europea en el Sudeste Asiático
El Parlamento Europeo ha dado luz verde a los acuerdos comerciales, de protección de las inversiones y de colaboración y cooperación entre la UE y Singapur. Este país es el mayor socio comercial de la UE en la región del Sudeste Asiático, con un comercio bilateral total de mercancías de más de 53.000 millones de euros y un comercio de servicios de 51.000 millones.
Actualmente, hay más de 10.000 empresas europeas establecidas en Singapur, que utilizan dicho país como plataforma para servir a toda la región del Pacífico. Singapur es también el primer destino de las inversiones europeas en Asia, y la inversión entre ambas partes ha aumentado rápidamente en los últimos años: el volumen combinado de las inversiones bilaterales alcanzó los 344.000 millones de euros en 2017.
Con el acuerdo comercial, Singapur eliminará todos los aranceles que quedan sobre los productos de la UE y se comprometerá a mantener sin cambios el actual acceso libre de derechos de aduana para todos los demás productos de la UE. Además, el acuerdo ofrece nuevas oportunidades para los proveedores de servicios de la UE (telecomunicaciones, servicios medioambientales, ingeniería, informática y transporte marítimo, entre otros) y eliminará varios obstáculos al comercio (por ejemplo, reconociendo los ensayos de seguridad de la UE relativos a los automóviles y muchos aparatos electrónicos o mediante la aceptación de etiquetas que las empresas de la UE utilizan para los productos textiles).
El Acuerdo de Protección de las Inversiones sustituirá a 12 tratados de inversión bilaterales entre los Estados miembros de la UE y Singapur, mientras que el Acuerdo de Colaboración y Cooperación servirá de base para un compromiso bilateral más eficaz entre ambas partes al reforzar el diálogo político y mejorar la cooperación en varios ámbitos (el desarrollo sostenible, la democracia y las libertades fundamentales, la justicia, la seguridad, la conectividad, los vínculos interpersonales, la sociedad de la información, la educación y los intercambios culturales, así como el empleo y los asuntos sociales).
Tras la autorización del Parlamento Europeo, estos acuerdos están pendientes de que ambas partes completen las formalidades finales. Por ejemplo, en el caso del Acuerdo de Protección de las Inversiones, deberá ser ratificado por todos los Estados miembros de la UE.