El director general del Grupo SPRI, Alex Arriola, destaca los logros obtenidos por el Centro Vasco de Ciberseguridad tras sus primeros meses de funcionamiento
Euskadi tiene como objetivo posicionarse como un territorio de referencia internacional en el ámbito de la seguridad informática, según el director general del Grupo SPRI, Alex Arriola, quien se ha mostrado satisfecho y ha destacado los resultados obtenidos en menos de año y medio por el Centro Vasco de Ciberseguridad (BCSC), además de situar la innovación tecnológica como uno de los ejes de acción estratégica del programa de ayudas de la institución que lidera.
“Estamos muy contentos con los resultados que se han obtenido. Por un lado en el objetivo general que tenemos de convertir a Euskadi en un hub de referencia mundial en ciberseguridad, podemos decir que a nivel europeo ya somos muy conocidos”, ha señalado Arriola al referirse a los quince primeros meses de funcionamiento del BCSC.
El Centro Vasco de Ciberseguridad inició su actividad en septiembre de 2017 con el objetivo de dinamizar la actividad económica relacionada con la ciberseguridad en Euskadi y posicionar el país como referente en la aplicación de tecnologías de seguridad informática en la industria, entre otras metas.
En opinión del director del Grupo SPRI, tras este periodo, se está trabajando en el establecimiento de alianzas entre las grandes empresas que necesitan soluciones de ciberseguridad y las start ups que desarrollan tecnologías y ofrecen servicios en ese campo.
Asimismo, Arriola ha informado de que este año la institución dispone de un nutrido programa de ayudas que se articula en torno a tres grandes áreas: el impulso al emprendimiento, la internacionalización y la innovación tecnológica. En concreto, en este último campo, el organismo dispone de cerca de 170 millones de euros “para ayudar a las empresas en las distintas fases de la I+D”.
Además, el director de SPRI ha hecho referencia a los principales retos a los que se enfrentan las empresas vascas para este año, entre los que ha destacado la flexibilidad y la necesidad de adaptarse a las transformaciones.
“Las empresas se tienen que dar cuenta de que los tiempos están cambiando y ahora lo que se les exige es que tengan flexibilidad, entendida como capacidad de diversificar en producto, en tamaño, en producción o incluso en mercado”, en palabras de Arriola.