Manuel Beraza.
La empresa se consolida como referente internacional en el ámbito de la transformación digital reforzando su compromiso con los clientes y la I+D
Hace 45 años que Ibermática vio la luz en San Sebastián. Lo hizo entonces como Centro de Cálculo, actividad que con el paso del tiempo fue dando pasos hacia sectores más disruptivos como el de la transformación digital, donde hoy es uno de los ‘players’ de referencia internacional. Con una plantilla de 3.350 personas (el 40% trabaja en Euskadi) y sedes en 12 países, este ‘gigante’ vasco es un claro ejemplo de lo que significa adaptarse a los nuevos tiempos, una virtud que en palabras de Manuel Baraza, su director de Industria y Energía, ha permitido a la compañía salir siempre reforzados de los periodos de crisis vividos desde 1973.
¿Cómo se alcanza una trayectoria tan longeva y exitosa?
Básicamente diría que gracias a la puesta por tres claves. La primera y primordial, la innovación. Estamos en un sector tremendamente dinámico que cada día nos exige una revolución permanente y si no estás atento a eso es imposible completar este recorrido. La segunda podríamos decir que es tener siempre un pensamiento de largo recorrido y actuar con la idea de que uno va a estar aquí para siempre, aunque luego sea difícil de ejecutar. Pero la mentalidad y vocación debe ser esa, la del carácter y la permanencia. Y un tercer aspecto clave sería tener el foco y el norte puesto siempre en el cliente, que para nosotros es, sencillamente, una inspiración diaria.
¿Para un grupo como el suyo, qué significado tiene la palabra tecnología?
En la era de la digitalización, las ideas, las máquinas y los productos forman parte de un todo interconectado y ahí la tecnología nos ayuda a innovar y mejorar para tratar de cambiar el mundo creando nuevos modelos de negocio y nuevas empresas, además de servicios más rápidos, eficientes y flexibles.
La actividad de su grupo es tan extensa como diversa. En este sentido, uno de los proyectos que manejan en estos momentos pronostica sin error la llegada de lluvias torrenciales…
Bueno, asegurar que no habrá ningún error es un asunto muy atrevido pero sí es cierto que en estos momentos la tecnología nos permite hacer cosas que hace poco nos parecerían poco menos que increíbles. El mundo del Big Data y la Inteligencia Artificial nos genera un montón de información que bien tratada nos permite trabajar en lo que llamamos analítica predictiva, que es algo fantástico y que en campos como el de la meteorología, por ejemplo, es donde más se aplica. También estamos trabajando en otros proyectos para la optimización del consumo energético (User), la medición del dolor (PainMed), la optimización del tratamiento del cáncer de mama (Deepos), la detección de vertidos en el mar (Brainport) o la mejora de la vida de las personas mayores (Reaal). Es lo que en Ibermática llamamos el poder de la diversidad.
Teniendo en cuenta que 45 años es toda una vida y de que han sido varias las crisis que han sufrido en este periodo -tanto derivadas de su propio sector como del contexto geopolítico- resulta sorprendente que siempre hayan podido salir de las mismas reforzados. ¿Qué claves explicarían esto?
Es cierto que a lo largo de estos 45 años hemos pasado por momentos complicados, pero la experiencia nos dice que al final de las crisis siempre se sale más fuerte. Es cierto también que esos ciclos de incertidumbre te ponen a prueba pero con innovación, orientación al cliente y una posición de solidez estructural es posible superarlos. En ese sentido somos una empresa que nos sabemos preparar para las circunstancias más difíciles y trabajamos para ello, pero es que además somos de los que nos creemos que cualquier crisis supone una oportunidad, y eso es algo que nunca hemos querido desaprovechar.
Una de las cuestiones que más preocupan en estos momentos al empresariado vasco es la falta de talento suficiente para acometer los proyectos tecnológicos que el mercado demanda. ¿A ustedes les está afectando también esta cuestión?
Pues sí, tenemos problemas para encontrar profesionales de alta cualificación, esa es la verdad. Es más, encontrar talento para nosotros es casi más complicado que desarrollar predicciones analíticas (risas). El talento reside en las personas, que son las que ponen todo su conocimiento al servicio de un bien común y las que marcan, por tanto, la verdadera diferencia entre las compañías de servicios, sobre todo en un sector como el nuestro. Cuando uno es un player global con proyección internacional, su propuesta de valor la puede poner en cualquier lugar del mundo, al igual que sus profesionales pero no debemos olvidar que ese talento también tiene un campo de actuación casi infinito para moverse. Por tanto hay que ser capaces de darles todas las capacidades posibles para que quieran estar con nosotros y no busquen nuevos objetivos en otro lugar. Ese es uno de nuestros grandes retos.