“La energía eólica no tiene vuelta atrás”

27 diciembre, 2017

Los responsables de Maxwind.

La pyme vasca Maxwind acaba de desarrollar una tecnología inédita que detecta fallos en la orientación de las palas de los aerogeneradores de viento

Aprovechando que hace recientemente  se celebró en Amsterdan la feria más importante de Europa del Sector Eólico, Made in Basque Country ha querido acercarse junto al Grupo SPRI hasta una de las firmas vascas que estuvieron allí, Maxwind, una spin-off de Hispavista que está dispuesta a revolucionar el rendimiento de los molinos de viento con mejoras de hasta un 10%. ¿Cómo? “Con tecnología propia; 100% vasca”, explica Igor Egaña. Tecnología que detecta aquellos aerogeneradores que no aprovechan todo su potencial por estar sus palas mal orientadas respecto al viento. Una cuestión de milímetros, de uno o dos grados a lo sumo, que sin embargo pueden costar a una compañía millones de euros al cabo del año. De momento, esta tecnología ha sido probada con resultados magníficos en once parques eólicos, lo que da una idea de que la “casualidad” que imperó en su nacimiento fue solo eso, una casualidad que nada tiene que ver con el ingenio tecnológico desarrollado para el asombro de la comunidad científica.

¿En qué contexto nace este proyecto teniendo en cuenta que el sector es un nicho de mercado ya maduro, cómo es posible que nadie reparara antes en ello?

La gente de Hispavista, de la cual somos una spin off, detectó en su día una cierta insatisfacción de la gente fabricante de las palas para los aerogeneradores, sobre todo en lo que ellos llaman el ajuste de la pala. A partir de ahí comenzó a investigar cómo podría solucionar este tema de la parte de fabricación y se dio cuenta de que el proceso llevado a cabo hasta entonces no era todo lo robusto que debía ser y al final acabaron por poner el foco en solucionar el problema en las turbinas de los parques ya montados.

¿Cómo de común es este problema de la desviación de ángulos?

El sector acepta que el 20% de las turbinas de en los parques eólicos existentes tienen este desajuste de las palas y nuestra experiencia y lo que estamos midiendo en estos parques nos dice que las desviaciones pueden llegar a afectar hasta al 30%, lo que nos dice que hay un número importante de parques que están perdiendo energía por esta razón.

Si tratáramos de traducir esas desviaciones en dinero al cabo del año para un aerogenerador medio, ¿de qué estaríamos hablando?

Nosotros trabajamos en aerogeneradores de 1,5 megawatios para arriba y ahí podemos hablar de pérdidas cercanas a los 170MW por hora al cabo del año para un molino de estas características, lo que traducido en euros (40 euros por megawatio/hora) son muchos miles de euros… ¡Un pastizal.

El sistema que habéis desarrollado es propio, 100% vasco, lo cual es muy curioso teniendo en cuenta que sois unos recién llegados al sector, unos ‘outsiders’ en el negocio eólico…

Efectivamente esa es la realidad. Hispavista no viene del sector eólico pero ha sido capaz de escuchar una necesidad de la gente que estaba trabajando a pie de turbina y ha sido capaz de desarrollar una solución exitosa y que hemos podido patentar.

¿Cuándo empezásteis?

La empresa se constituyó en julio de este año a partir de esta idea patentada y a partir de un proyecto europeo financiado que se llama Eurostars en el que hemos podido colaborar con una empresa francesa para dar inicio a la actividad comercial.

De un tiempo a esta parte la proliferación de empresas vinculadas al sector parece evidente de igual manera que su influencia da la sensación de que camina en la misma dirección. ¿Es cierto que somos líderes en este campo?

La realidad es la que es y Euskadi cuenta con firmas muy grandes y potentes como Siemens Gamesa en el campo de la fabricación de aerogeneradores pero también en esa industria suministradora que proveé de materiales a las grandes. Estamos hablando de un sector muy importante para Euskadi, sin duda.

Recientemente acabáis de regresar de Amsterdan, donde se celebra la feria más importante del sector eólico y donde acudió una nutrida representación del tejido empresarial vasco en este campo. ¿Con qué sensaciones regresaron de esta feria?

Fue una experiencia muy buena porque generamos un gran interés por parte de potenciales clientes con los que vamos a empezar a trabajar ahora mismo y además llevamos a cabo una presentación oral en la parte técnica que nos granjeó muchas simpatías y que despertó un gran interés por nuestra aproximación al problema de los desvíos en las palas de los molinos de viento. E incluso algunos fabricantes de aerogeneradores nos dijeron que les gustó nuestra aproximación al negocio porque estamos poniendo encima de la mesa ciertas ineficiencias de las turbinas pero estamos dejando muy claro que son ineficiencias de la industria, no del fabricante en concreto. En ese sentido, tratamos de trabajar con todos los players del sector.

A pesar de haber nacido este año, el ruido que habéis hecho en tan poco tiempo ya ha despertado el interés de los grandes operadores del sector. ¿Existe vocación de mantenerse firmes en este proyecto por vuestra parte o sería lícito pensar que ante una buena oferta Maxwind cambiara de manos?

La empresa tiene vocación de crecer a partir de esta idea inicial generando otras actividades también relacionadas con la optimizazión del rendimiento aerodinámico de las turbinas. Tenemos vocación de quedarnos y de ofrecer servicio a nuestros clientes en este campo que está surgiendo ahora mismo y en otros potenciales que estamos ya vislumbrando.

¿Ha terminado de despegar este tipo de energía, la eólica?

Creo que la generación de energía renovable, tanto de tipo solar como de eólica, es imparable no ya tanto por los acuerdos de Kyoto o París, sino porque ha demostrado que sus precios son competitivos y además es una energía sostenible de modo que no tiene vuelta atrás.

Noticia ofrecida por la SPRI