Metis, uno de los dispositivos de IoT desarrollados por Purple Blob.
La ‘startup’ vizcaína trabaja en un proyecto para Ford orientado a la monitorización de trabajadores y de bienes de producción
Purple Blob ha cumplido hace pocas semanas un año de existencia dedicada el desarrollo de comunicaciones y soluciones IoT para empresas y administraciones. Formada inicialmente por cinco socios en BIC Bizkaia Ezkerraldea, en julio de 2018 la compañía Tech Friendly adquirió un 30 por ciento de esta ‘startup’, lo que le ha supuesto la llegada de nuevos clientes y nuevos retos de futuro. Charlamos sobre estos retos con Bingen Garate, secretario general de Purple Blob.
¿A qué os dedicáis en Purple Blob?
Somos una ingeniería de investigación y desarrollo de prototipo y producto. Desarrollamos ‘software’ y ‘hardware’ y destacamos en el ámbito de las comunicaciones. En este sentido apostamos por LoRa, una tecnología de comunicación inalámbrica, al igual que WiFi o SigFox. Nuestros desarrollos están orientados a Smart Cities o Industria 4.0.
¿Qué experiencia tenéis en cuanto a Industria 4.0?
Ahora mismo estamos trabajando en el despliegue de una de nuestras soluciones en la planta de Ford en Almussafes (Valencia). Hemos desarrollado un dispositivo IoT denominado Metis que permite la monitorización de personas en un radio amplio sin ser invasivo y de forma anónima. Somos capaces de supervisar el flujo de personas, por dónde han pasado, cuántas veces y, con esa información, realizamos distintos informes. Esos datos pueden servir para temas relacionados con la seguridad de los operarios o para el seguimiento de paquetería en el área de logística. En base a esos resultados detectamos posibles necesidades del polígono.
También hemos desarrollado un proyecto junto a Sarenet para hacer un despliegue de nuestra red LoRa en un entorno industrial.
¿Qué ventajas tiene LoRa respecto a otras tecnologías inalámbricas?
Una de las principales es que LoRa es bastante más barata que otras soluciones como SigFox en la que pagas por cada dispositivo conectado y, en el caso de grandes implantaciones, puede salir muy caro. Por otra parte, LoRa es una tecnología abierta por lo que es más sencillo desarrollarla y adaptarla a tus necesidades.
Otro elemento importante es que en algunos entornos industriales las bandas de comunicaciones relacionadas con el 3G o el WiFi están muy saturadas y se introduce mucho ruido. LoRa te permitir emitir en diferentes bandas que no están tan saturadas.
Nosotros hemos desarrollado una red LoRa propia denominada SUN, que es la que utilizamos en despliegues con Metis.
¿Desarrolláis comunicaciones, ‘hardware’ IoT y me imagino que también ‘software’ para su control?
El ‘software’ lo hemos llamado Sara y se trata de un ‘software’ de visualización de datos basado en otras tecnologías. También desarrollamos plataformas ‘front-end’ y ‘back-end’ intentando utilizar tecnologías punteras.
En el caso del ‘hardware’, somos una ingeniería de investigación y desarrollo y hacemos las placas, testamos la tecnología, testamos los prototipos y luego contratamos su fabricación donde estimamos más oportuno. En el caso de Metis, apostamos por su fabricación en una empresa cercana, en Bizintek, por la confianza que da tener a alguien cerca en caso de que existiese algún problema. También hemos colaborado en el desarrollo y diseño de placas con otras empresas como fue el caso de SamyLabs, que están desarrollando en Bizkaia una impresora 3D en metal con tecnología SLM.
¿Quiénes son vuestros principales clientes?
El nicho de negocio nos suele llegar del sector público. Con la entrada de Tech Friendly en la empresa nos están surgiendo oportunidades como un proyecto que estamos desarrollando para el Ayuntamiento de Alcoy (Alicante) para realizar un despliegue de nuestro sistema de monitorización de flujo de personas, testarlo en una calle y ver cómo ese flujo puede ayudar a realizar acciones comerciales en un punto concreto y a una hora determinada. Con todo, nuestro interés real es entrar en el mercado de la Industria 4.0 porque nos parece más interesante ahora mismo.
¿Y qué receptividad tienen el sector industrial cuando les planteáis vuestras soluciones?
A las empresas les cuesta mucho implantar nuevos servicios de comunicaciones. Tienen miedo de que implementar estos sistemas les suponga paralizar los procesos y no están seguros de invertir en algo que no saben bien para qué les va a servir. Nosotros les explicamos que se pueden implementar dispositivos inalámbricos sin parar las máquinas. Que pueden correr graves riesgos si sus comunicaciones no están segurizadas o están obsoletas y que gracias a estos sistemas es posible realizar mantenimientos preventivos y predictivos de máquinas para evitar fallos. Hay mucho trabajo todavía en el tema de la concienciación y nuestra intención es romper con esas barreras.
¿Qué retos os planteáis en Purple Blob de cara a este 2019?
La verdad es que este primer año hemos crecido muy rápido. Queremos seguir creciendo igual de rápido y, al tiempo, buscar algo de estabilidad, porque nos gusta cacharrear e investigar en nuevas tecnologías, pero crecer y desarrollar nuevos productos a la vez es difícil. No queremos estancarnos en un solo producto o una tecnología. Queremos huir de quedarnos estancados y es algo que también deberían de hacer las empresas de Industria 4.0.